Los fondos serán destinados para encontrar y estudiar moléculas bioactivas en la Antártica que tengan potencial terapéutico contra las enfermedades crónicas no transmisibles.
Con el proyecto “Comprehensive study of bioactive molecules with therapeutic potential against chronic noncommunicable diseases present in D. antarctica, C. quitensis and Antarctic lichens applying effect-directed analysis and mass spectrometry-based techniques”, el doctor Mario Aranda B., profesor asociado de la Escuela de Química y Farmacia UC, adjudicó fondos del XXVII Concurso Nacional de Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica Antártica del Instituto Antártico Chileno (INACH). Estos fondos adjudicados serán destinados para encontrar y estudiar moléculas bioactivas en la Antártica que tengan potencial terapéutico contra las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT).
El profesor Aranda indicó que “estamos muy felices por la adjudicación del proyecto. Sin duda será un gran apoyo para nuestra investigación. El apoyo del INACH será fundamental para descubrir nuevas moléculas bioactivas con potencial terapéutico frente a las ECNT, que son la principal causa de muerte en Chile”.
Las enfermedades crónicas no transmisibles son enfermedades caracterizadas por presentar una larga duración con una lenta progresión, dentro de ellas se encuentran enfermedades del sistema cardiovascular, diabetes tipo 2, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas. Las ECNT, son responsables del 71% de las muertes en todo el mundo (41 millones de personas) y en Chile se observa la misma tendencia, siendo responsables del 85% del total de muertes. “Estas cifras han incentivado la búsqueda de nuevas moléculas bioactivas (funcionales) en alimentos, plantas y microorganismos que permitan hacer frente y disminuir el riesgo relativo de padecer ECNT”, indicó el académico.
El continente antártico está dominado principalmente por líquenes, algas y musgos, que presentan la singularidad de sobrevivir en condiciones climáticas extremas como baja temperatura, disponibilidad limitada de agua, alta salinidad y altos niveles de radiación UV-B. El profesor Aranda señaló que “ha sido reportado por diversos autores que estas condiciones adversas de crecimiento generan moléculas bioactivas singulares con efectos muy beneficiosos para la salud humana, y nosotros esperamos que también lo sean para encontrar moléculas con potencial terapéutico contra las ECNT”.
Los líquenes son asociaciones simbióticas complejas entre un micobionte (el socio fúngico dominante) y un fotobionte (el socio fotoautotrófico), que puede ser un alga o una cianobacteria. Debido a su gran adaptabilidad al medio ambiente, han colonizado muchos hábitats terrestres con una distribución mundial desde los polos hasta las regiones tropicales y desde las llanuras hasta las más altas montañas. Los metabolitos secundarios de los líquenes (>1000) comprenden muchas clases de compuestos con variadas actividades biológicas como por ejemplo antivirales, antiinflamatorias, antipiréticas, analgésicas, antidiabéticas, antiproliferativas, antioxidantes, y citotóxicas.
Además de las especies de líquenes, se ha demostrado que dos especies de plantas vasculares nativas reúnen todas las condiciones metabólicas necesarias para sobrevivir en el continente Antártico, estas son el pasto (Deschampsia antarctica) y el clavel antártico (Colobanthus quitensis). Aún cuando ambas plantas se pueden encontrar en otras ubicaciones geográficas, las condiciones ambientales únicas del continente antártico afectan sin duda en el tipo y contenido de metabolitos secundarios. Estas plantas autóctonas tienen la capacidad de producir altos niveles de compuestos con capacidad antioxidante y con actividad protectora frente a los rayos UV-B. Algunos estudios han reportado la presencia de moléculas bioactivas que promueven la proliferación y viabilidad celular y aumentan la expresión de marcadores anti-senescencia. También han sido reportadas moléculas con actividad anticancerígena frente a cáncer colorrectal.
“Nuestra propuesta implementará una plataforma científica y tecnológica, basada en técnicas avanzadas de extracción, análisis de efecto dirigido y técnicas de espectrometría de masas, para estudiar la presencia de moléculas bioactivas con potencial terapéutico contra ECNT presente en D. antarctica, C. quitensis y líquenes antárticos”, afirmó el académico.